Por: Freddy Uquillas Granados Era reconocida como La Doctora, Doña Lucía, la señora Lucy, mana Lucía, la Tía Lucy, Mamá Lucy; en conclusión era esa mujer respetada, de pocos amigos, chistosa, de buen carácter y una excelente madre que lo dio todo por sus hijos. Ella era mi mamá y yo era su hijo más pequeño, el consentido y el tercero luego de Fabiola, mi hermana mayor y de Fabián, el sandwich o el más travieso de la familia. Lo cierto es que recuerdo a esa madre superprotectora, como una gallina que cuida a sus pollitos. Por lo menos, hasta los 14 ó 15 años de edad, estuve bajo ese sabroso yugo materno, el cual disfruté, aunque suene un poco masoquista. Como buena signo Tauro, tenía su carácter y le gustaban las cosas bien hechas, tanto así que me hablaba muy fuerte cuando algo le molestaba, pero debo confesar que nunca jamás llegó a pegarme. La Doctora era farmacéutica de profesión, egresada de la Universidad Central de Venezuela, grado académico que se enorgullecía al deci...
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