Salud! Y sonaban los vasos al chocar durante el brindis al mediodía del domingo. Ya era un ritual que habíamos establecido y generaba un gran placer, un total disfrute y mucha tranquilidad. Sólo éramos tres los invitados a este compartir, que se tornaba muy privado, pero que a veces se sumaban otras personas. En la escena Cristina, mamá Lucy y yo. Tan privado hacíamos el momento, que las puertas de la Casa Blanca eran cerradas para evitar la distracción y muchas veces la incomodidad de los turistas, quienes un día como el domingo acudirían a nuestro hogar creyendo que era un museo y en consecuencia tocaban la puerta en busca de atención. No puedo olvidar esa maravillosa reunión, frente a la ventana del comedor principal de nuestra casa, sentados en esas antiguas y cómodas butacas, desde donde podíamos contemplar la espalda de esa gruta divina en cuyo interior estaba la Virgen y ese patio que me vio caer un día en tiempos de lluvia y en una pelea infantil con mi hermano. Que recuerdo ta...
Blog cuyo editor es un venezolano radicado en Perú. Sus publicaciones son de corte periodístico y literario. Aquí está recopilado un contenido que lo identifica y el cual expresa su esencia y su amor por el arte.